Invictus.
Fuera de la noche que me cubre,
negra como el abismo de polo a polo,
agradezco a cualquier dios que pueda existir
por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de la circunstancia
ni me he estremecido ni he llorado en voz alta.
Bajo los golpes de la suerte
mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de furia y lágrimas
es inminente el horror de la sombra,
y sin embargo, la amenaza de los años
me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.
William Ernest Henley, poeta, falleció el 11 de julio de 1903.
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