domingo, 24 de julio de 2016

Recordar a veces es morir.

    A un joven versificador.

Nada te importa la verdad,
y eso no basta para ser poeta.

Para ganar las cimas del Olimpo
confías en tus amigos:
tantos y tan tontos
que acabaron metiéndote en sus antologías.

¿O lo hicieron adrede?
En cualquier caso,
merced a sus esfuerzos
tu estupidez -antes
celebrada tan solo entre iniciados-
ya es pública y notoria.

Dales las gracias, pero desconfía.

Autor: Ángel González.

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