domingo, 3 de julio de 2016

Colofón.

Es domingo de ir a misa y decir la verdad. (Y descansar también de verdad). Si existe un día verdadero, y existe, es domingo. Que yo recuerde, ninguna encuesta del CIS, ni videntes, analistas, investigadores sociológicos o tertulianos políticos mintieron en domingo. 

Acabo de llegar de Valencia y digan lo que digan algunos muertos, me supero cada día. El jardín de los sueños de Kristel más que un jardín es un paraíso. Con los años uno se puede dejar morir o aprender y mejorar sus posibilidades de vida creativa. Está mal que yo lo diga (o no), lo dice Kristel y vale: la rueda que rueda no se detuvo con el paso del tiempo y es una gloria verme matar las malas hierbas del jardín de los sueños de mi niña. Todo es poco y a veces parece insuficiente, pero el musgo no volverá a dejar su huella en el jardín de los sueños de Kristel. 

Así llegamos donde estamos, donde nace nuestro amor; así, con tal eficiencia se componen los versos de amor. A la niña más hermosa de Valencia. Kristel.

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