Mientras siga percibiendo destellos directos e inequívocos de tus sentimientos y no decidas o aceptes como fuerza indiscutible apearte de tu concordia y asumir las consecuencias; mientras no consideres recíproco el amor, todo y más, no pasaremos de las palabras a los hechos que apuntan a una historia de amor inconclusa como cientos. ¿Un castillo en la arena? ¿Un sueño? ¿La vida? "¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son". Pedro Calderón de la Barca.
Cada vez que apareces en mis sueños... ¿tú también me sueñas? Doy por cierto que nos faltan agallas, pero tú más culpable que yo. ¿Pudiera ser fruto de mi imaginación? No tú, sino tus sentimientos. ¿Qué? Son sueños. Cada vez que apareces en mis sueños te ubico en el presente y abrazados planificamos el futuro alineando nuestros prioridades. Son deseos reflexivos capaces de elaborar una hoja de ruta con garantía de éxito. Son laureles. ¿Acaso solo yo me duermo en los laureles confiando en el amor? Es la muerte. La muerte eres tú, somos los dos ardiendo en la madrugada. La muerte es el límite que pongo a la posibilidad de tener algo contigo. Siempre lo escribo y no me canso. Impertérrito, solo me aterra la posibilidad de morir sin tener algo contigo.
Las palabras son como las ilusiones, cuando quieres hacerlas reales se desvanecen en el viento. Los poetas hablan de amor pero temen vivirlo, prefieren escribir sobre él.
ResponderEliminarMe gusta tu faceta de escribidor de amor. Le cambias la cara a los días.
Buenas