Llega la hora de la hora y hay que hacer lo que hay que hacer. No hablo de Rajoy, hablo de hacer lo que hay que hacer y querer y no poder. Las indecisiones generan las dudas. Saltar al vacío sin vacilaciones y, si todo saliera bien, proseguir por un camino sin conquistar renunciando a la paz. Irrumpen ecos del pasado en el presente como una luz que ciega la visión (y me quedo corto). Un vistazo atrás aderezado con mi mayor ambición (aquí no cabe la presunción de inocencia). Inquebrantable amor. Pero los años y la rutina (me vuelvo a colar de inocente). Recordarte me desmaya, imposible corazón: locura de amor que al paso de los años necesita de situaciones imprevisibles para mirar de soslayo y verme reflejado en tu mirada. Me podría explicar mejor, pero la mudez o quizá la amnesia... Exhortando al amor que un día dejé atrás. (De nuevo huyendo de ti).
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