Porque si hablo de política solo Rajoy me entretiene: por favor, no vuelvas, prefiero esperarte.
Y digo que Dios existe porque si no existiera hoy no estaría escribiendo: llevo parte de la noche y lo que va de madrugada con Ian. Y a Dios gracias estoy vivo. Tan feliz que me lo prometió la María y a la hora de la verdad solo Dios me acompaña. Ni Bendito amor ni Santa la Poesía, solo Dios regocija mi alma y me anima a sonreír después de Ian. Dios existe, por más que algunas digan en misa lo contrario.
He aprendido a conversar con mi mente absurda: un milagro. Una vida lleva mi psiquiatra intentándolo y no pasa de llorar a lágrima viva cuando me ve. A partir de hoy ya nunca me sentiré solo. Renacido en mí doy gracias a Dios y amén. Si por un aquel no me explicara lo suficiente hablo de política y digo que la presidenta del Congreso de los Diputados es el presidente del gobierno en funciones... Estoy seguro que ya me explico y se me entiende sin ser poesía... De cuando en vez, uno tiene que echar mano de lo sencillo que, como diría Rajoy, hasta ustedes mismos me van a comprender. Que ya es decir. (Solo por eso, por tratarnos como estúpidos ignorantes, le aplicaría la Ley Mordaza).
Creo que ya me perdí. Pido disculpas, Ian me ha llenado de obstáculos el camino y por más que me las dé de creyente a mí no me salva ni Dios. Seré hijo de Dios, pero no consigo encontrar su camino. Mi fe no llega a iluminar el camino que andan con disciplina las que consagran su vida con determinación a todo lo que trasciende. Abro los ojos, busco en tu mirada y después de tu inmaculada belleza solo veo desorden. El problema sigue siendo tu mirada... Poetas del mundo, dioses que utilizan la palabra como arcilla para moldear el arte, cuando surjan las preguntas que mantienen a una amiga en estado puro, no me conecten a ella. Si digo que Dios existe no sé. Mientras, volveré a creer en el Bendito amor y en la Santa Poesía. Con el perdón.
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