lunes, 11 de agosto de 2025

"No pasa nada güelu".

Ocurrió hace días caminando el atajo de Flor de María en Les Seniaes mientras echaba a andar la imaginación para que de soslayo no muera como "El saco de mis pensamientos" quizá, y recordé que cuando nació Ian le regalé "El Principito", luego dediqué el tiempo a crecer con él y olvidé otras cosas importantes de la vida y no le regalé, y está muy cerca de fichar por el Sporting de Gijón, "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha". Olvidos como este me suceden a menudo. ¡Olvidadiza memoria!. Les Seniaes soportan mis gritos cuando se me hace difícil convivir entre tanta injusticia y me disculpan, pero este olvido tiene culpa y no disculpa. ¿Cómo fue que sucedió? Este olvido es de esos que no encuentran camino. ¿Adónde van a parar los recuerdos de los que hablamos cuando se olvidan? ¿Y adónde los olvidos sin memoria? Patricia me dice que de cuando en vez se me va la pinza y me enfado, sin razón me enfado, aunque este olvido que no puedo minusvalorar es una venganza y no un olvido. Mi mente absurda se venga de mí, me condena porque sí sin poder defenderme: no tengo defensa ni perdón. Me perdonará por amor. Ya fui a la librería y lo tengo envuelto en papel de regalo, pero ahora no sé cómo se da un libro extraordinario, divino, sin que María, la Magdalena, me acompañe y me levante la mirada clavada en tierra. Gracias.

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