Mi generación, ay, dona, mi generación hace tiempo que comenzó a desplegarse por el cementerio. Me viene un recuerdo a la memoria: "Patria y Libertad". José Martí, poeta cubano, es una figura emblemática cuyo legado sigue inspirándonos hoy en día. Su pensamiento nos habla de libertad, justicia y amor por la patria (la patria somos todos y todas, no se confundan ni confundan a los exaltados envolviéndose en la banderita de Marujita Díaz: "banderita tú eres roja, banderita tú eres gualda, llevas oro, llevas sangre en el fondo de tu alma" para atizar a la xenofobia, el odio, la agresión a los migrantes reflejando su laborioso provecho a través de la desinformación. La palabra, la palabra que camina por los pueblos de España en busca de una patria mejor. La palabra une, no desune. José Martí nos invita a reflexionar sobre nuestros valores y a comprometernos con la causa de la libertad y la dignidad humana. Pero José Martí ha muerto y huérfanos de patria y libertad la tajante injuria continúa con la desinformación que todo lo enmienda. Es agosto, la canícula, y me cuesta respirar, se mastica el ambiente y augura malas noticias: patria o muerte, una patria enloquece y la bola de cristal de Miguel Tellado anuncia lo inevitable. "No hay nada más peligroso que un Pedro herido". (Soledad, verbo y polvo, se aproxima otra derrota. Y Feijóo lo sabe). Gracias.
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