Cuando llegan las rebajas... En tiempos de rebajas... ¡Qué chollos!. Antes, las mejores ofertas las encontrábamos a final de cada temporada: rebajas de verano, de invierno y así. Los tiempos cambian y ahora estamos de rebajas todo el año. "Precio recomendado". Y a partir de ahí, un porciento a la baja de escándalo. El precio recomendado y el porciento de escándalo ya no lo pone la competencia. El grande se comió al chico. En realidad estamos de rebajas todo el año. El comerciante como la banca siempre gana. Nos toman el pelo, nos irrespetan. Eso. Insultan nuestra inteligencia y lo que es peor, les seguimos el juego y como hay para todos los gustos, incluso para los más exigentes, nos embaucan de manera vil. A pesar de saber que las mejores ofertas no saciarán el deseo ni evitarán la autoexclusión. (Si te autoexcluyes estás muerto). Seguir las ofertas al compás que marcan las traperías provoca la aprobación insustancial que se alimenta de elogios y nos embriaga de placer. (Un corazón vacío de ternura, atiborrado de lisonjas, huérfano de caricias, desahuciado de la vida y la vivienda, subsistiendo de placeres con falsos amores). Las familias no despertarán de sus anhelos ocultos mientras no puedan llegar a fin de mes. Y sobrados de sobrantes compran en primavera para el invierno compulsivamente eso tan necesario, lo superfluo. Gracias.
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