jueves, 15 de junio de 2017

Se me olvidó rezar.

No llevo que para la edad que tengo estoy bien de salud. Pero es lo que me dicen las damas que controlan mi salud en base a las pruebas, análisis y su sabiduría. Me lo dicen y yo lo creo. Eso sí, pasito a pasito, como Luís Fonsi, de lo contrario, lo niego todo, incluso la verdad, como el Sabina. Este enfermo que para la edad que tiene está bien (o muy bien) de enfermedad no quiere morir. Así la salud y el querer. Lo que parece no tener arreglo es lo otro, y me explico:

Uno no entiende por qué pudiendo repartir no se reparte para vivir mejor de lo que vivimos. Niego todo lo que sucede porque son injusticias y no estamos acostumbrando a ellas; eso se ve hasta en el plasma de Rajoy. Yo sería trovador de no ser pensionista. No me gusta bailar con la que me toca sabiendo que no sé bailar y si no sé no sé. Tampoco sé vivir sin tomar partida y asumo riesgos con miedo, pero no soy de arrepentirme cuando tomo una decisión. No soy de aquí, pero tampoco de otro lugar, soy feliz si son felices los demás. Y si no puedo porque es imposible sueño. Sueño que ser feliz es un derecho y no pienso pasar la vida aprendiendo a vivir. Se pudiera decir que lo mío es una locura al pensar que se puede sobrevivir a la pobreza y la enfermedad ¿pero qué otra cosa puede hacer un soñador obstinado cuando la noche se desvela? La María siempre me acompaña y no es poco, porque es poesía de vida, lo difícil será la manera de extender esa poesía de vida por el mundo; eso para mí pensar tendrá que ser cosa de Dios y María.

Seguirán aumentando sus cuentas de resultado los corruptos y los amigos grandes empresarios de Rajoy y llevando a los extremos la riqueza y la pobreza en este país. Recuerdo de niño ir mudo de fe a rezar a Dios y María, pero las cosas y los tiempos han cambiado. Ahora estoy mudo de todo y se me olvidó rezar, sin embargo, de enfermedad no quiero morir, y por mi cuenta tampoco. Moriré de viejo y de salud bien, para la edad que tengo y tendré. Gracias.

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