viernes, 23 de junio de 2017

La zanahoria de Montoro.

En el país sin dinero para dar de comer al hambriento no todo está perdido, aún hay esperanza si llegamos a 2019 y nos gustan las zanahorias (las zanahorias son buenas para la vista. Ojo, no pierdan de vista a Montoro). Tenemos un ministro de Hacienda que no nos lo merecemos. Sí. Montoro, el ministro de la amnistía fiscal, rebajará el IRPF si Dios quiere y la oposición lo permite a final de legislatura a los trabajadores que trabajen. Para que Montoro, el ministro de la amnistía fiscal, beneficie a los votantes, eso persigue, beneficiar a los votantes para que vuelvan a votar al PP, hay que trabajar porque el impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un impuesto personal y directo que grava la renta obtenida en un año. Lo malo, que no todos los votantes trabajan, y lo bueno, que cada vez son más los que creen que Rajoy estaría mejor en Santa Pola de registrador de la propiedad. ¿Qué? Qué vergüenza de ministro y qué falta de respeto pretender comprar la voluntad de los votantes que trabajan con una zanahoria en diferido.

Los trabajadores que no trabajan y no tienen siquiera una zanahoria para dar de comer a su familia, ay, la familia, y los niños primero, es cosa encomendada a la ministra Báñez y a la Virgen del Rocío, por cierto, hace tiempo que no sé nada de Báñez... Andandará. Tal vez esté en un monasterio de clausura amasando mantecadas y rosquillas. Para crear puestos de trabajo digo no, pero para hacer mantecadas y rosquillas no digo no, digo tal vez. Uy, con el perdón, me cuentan que si hubiera leído el de soslayo de ayer sabría que Báñez y la Virgen del Rocío andan gestionando un crédito para pagar la "extra" a los jubilados y pensionistas. ¡Qué carácter!. Un descuido lo tiene cualquiera. Gracias.

1 comentario: