miércoles, 15 de febrero de 2017

Amigo silente.

Y si les dijera que sin verlo y sin saber que él me veía no tocó el claxon como se toca el claxon a los perros para que se aparten del camino, frenó el coche, se apeo y con la mejor sonrisa se acercó a mí para saludarme ¿"cómo estas"? Pues así ocurrió. Se llama Paco y es un amigo de antes que no dejó de ser ahora y siempre: su mirada lo delata. Los dos nos alegramos de vernos y saber que de salud bien y la familia también. A quien crea que solo tengo una amiga, decepciones y una enmienda a la totalidad de un perjuicio administrativo sin mala intención se equivoca, como yo me equivoco al creer que desprecio... Ay, sigo torpe de entendederas, autodesprecio, quise decir. Tengo amigos y tengo amigas, uno me lo sigue demostrando cuando me ve, precisamente ayer, un día que no estaba el horno para bollos. Se llama Paco y viene a dormir cada día al pueblo de Patricia. En el pueblo de Patricia se duerme como los ángeles. Joder, dona, y yo cantando tangos por las esquinas... Gracias de corazón, Paco, tu amistad me hace mucho bien. Gracias... (de nada).

2 comentarios:

  1. Yo no soy de agachar la cabeza, para pasar desapercibido, igual soy descuidado con los amigos, pero no olvido. ¿Quién no se alegra de ver a una persona que aprecia? pare el coche y lo volvería hacer de la misma forma y con la misma actitud.
    Si, se duerme bien en el pueblo de Patricia. Gracias amigo….(de nada)
    Salud.

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