Y si les dijera que sin verlo y
sin saber que él me veía no tocó el claxon como se toca el claxon
a los perros para que se aparten del camino, frenó el coche, se apeo y con la mejor sonrisa
se acercó a mí para saludarme ¿"cómo estas"? Pues así ocurrió. Se
llama Paco y es un amigo de antes que no dejó de ser ahora y
siempre: su mirada lo delata. Los dos nos alegramos de vernos y
saber que de salud bien y la familia también. A quien crea que solo tengo una amiga, decepciones y una enmienda a la totalidad de un perjuicio administrativo sin mala intención se equivoca, como
yo me equivoco al creer que desprecio... Ay, sigo torpe de entendederas, autodesprecio, quise
decir. Tengo amigos y tengo amigas, uno me lo sigue demostrando cuando me ve, precisamente ayer, un día que no estaba
el horno para bollos. Se llama Paco y viene a dormir cada día al pueblo de
Patricia. En el pueblo de Patricia se duerme como los
ángeles. Joder, dona, y yo
cantando tangos por las esquinas... Gracias de corazón, Paco, tu amistad me hace mucho bien. Gracias... (de nada).
Yo no soy de agachar la cabeza, para pasar desapercibido, igual soy descuidado con los amigos, pero no olvido. ¿Quién no se alegra de ver a una persona que aprecia? pare el coche y lo volvería hacer de la misma forma y con la misma actitud.
ResponderEliminarSi, se duerme bien en el pueblo de Patricia. Gracias amigo….(de nada)
Salud.
Gracias, Paco. A mandar.
ResponderEliminarSalud.