domingo, 25 de septiembre de 2016

Ver para creer.

La estupidez de vestirse de largo cuando el vestido no llega a los pies. 

De tanto ir al hospital y ofrecerme el cargo de gerente, pienso seriamente que mañana, porque mañana vuelvo al hospital y no de urgencia, diré si al cargo de gerente de hospital. En los años altos seré lo que nunca imaginé: alto cargo del Estado; si lo es gerente de hospital privatizado. Mal asunto que un cargo influya en el modo de comportarse una persona. El cargo imprime carácter o no, lo que no imprime un cargo, porque entonces sería un milagro y no un cargo, es capacidad de resolver los problemas, ni cura el apetito desordenado por figurar tan extendido en el mundillo de los cargos del Estado.

Vale que tengo experiencia en que me lleven de urgencia al hospital y citado previo y esperar turno por los pasillos, pero de ahí a gestionar un hospital... no sé. "Manolete, Manolete, si no sabes torear, pa que te metes". (La alcaldesa de Alicante cuando era alcaldesa de Alicante). Menos políticos incompetentes, y menos soberbia en la administración. Menos cargos del Estado descuidados con sus obligaciones.

¿Alguien sabe de qué va el silencio administrativo? ¿Alguien sabe hasta dónde llega la obcecación que aspira a que todo siga igual? ¿Alguien sabe el porqué de este desgobierno? Voy con la última pregunta: ¿Alguien sabe qué mosca les pica a los amores que defraudan y se sienten defraudados? Este país no hay hilandero que lo hile. Lo dice uno que mañana dirá no al cargo de gerente de hospital. (El problema no es saber si me quieres, el problema es que sabes que te he dejado de querer). "Quiero que hagas el amor y no la guerra: ya sé que lo has oído antes". John Lennon. Gracias... (de nada).

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