Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
-¿Por qué lloras si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
-Lo sé
Pero lo que yo siento es de verdad.
Autor: Ángel González.
Anoche estuve paseando por tu cuerpo desnudo hasta que me perdí. ¿Qué te cuesta encender una luz sobre tu cuerpo? Si me perdiera, solo en tu cuerpo me perdería; si morir también. Mujer, si me lees, no te enamores de otro.
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