Gracias, destino mío.
Me llena una gran humildad,
me llena una gran pureza,
hago el amor con mi amado
como si hiciera el amor muriendo,
como si hiciera el amor rezando.
Las lágrimas corren
por mis brazos y sus brazos.
No sé si esto es dicha
o tristeza, no entiendo
lo que siento, estoy llorando.
Estoy llorando, es humildad
como si estuviera muerta,
gratitud, te agradezco, destino mío,
soy inmerecedora, que hermosa
mi vida.
Anna Świrszczyńska, poetisa, falleció el 30 septiembre de 1984.
Bien...
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