Cascada de copa.
Escribid mi nombre en el libro de la noche
donde yo anuncio la venida de un océano más negro
a la caída de los pájaros que han perdido sus alas
sobre los follajes en que sangra el sol.
Es preciso saber sonreír a cualquier precio,
ser el paseante de un bosque de árboles negros y blancos.
Las araucarias puede servirnos de puentes levadizos
o de lo contrario todo estaría perdido
al borde de un espejo sin fondo
donde un gran pájaro de nieve imita las cascadas.
Decidme
dónde hay una reina que devore el corazón del prisionero.
Decidme
cuántos ángeles pueden nadar en una gota de agua.
Carlos de Rokha, poeta, falleció el 29 de septiembre de 1962.
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