domingo, 5 de junio de 2016

Un libro de poesía.

-¿Algo que declarar?
-Un libro de poesía.
-¿Cuánto cuesta?
-Mucho. Un libro de poesía cuesta mucho.

Leo poesía y creo que no podré permitir por mucho tiempo ese lujo, a pesar de saber que si dejo de leer poesía también dejaré de relacionarme con la gente. Sin la licencia poética el comportamiento humano no está al alcance de mis entendederas.

Sin poesía, cruzo la acera y espantado emprendo camino hacia el infinito de la comprensión donde las personas muertas hicieron otro mundo más habitable. Sin poesía sería apenas uno más que arruinó el capitalismo con la cara más dura de acero forjado validada por Alejandro Dumas.

Es sábado, aunque edite mañana porque iré a visitar a la niña de mis ojos, es sábado y tarde, y llegó el momento de soñar que no todo está perdido. Mañana amanecerá un día posible y feliz para nosotros, Kristel y yo (más), y también para tantas otras personas enamoradas de la poesía. Un libro de poesía nos cambia la vida, merece la pena tener un libro de poesía entre las manos para que nos explique de forma clara e inequívoca la manera de convivir en paz. Paz y amor (contracultura jipi de actualidad). Y despertamos. Sean felices.

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