¿Será la brisa de un mar? ¿O quizá el aroma del azahar? ¿Cómo se queda la conciencia después de un acto puro reservado a un obrar tan perfecto?
Así no se puede seguir. ¿Quién manda paga? ¿Seguro? Todo es susceptible de interpretación menos el sentido amor. Y ya me explicaré otro día. Mañana amanecerá y no me dejaré llevar por la provocación.
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