viernes, 10 de junio de 2016

La decisión tomada.

¿Será la brisa de un mar? ¿O quizá el aroma del azahar? ¿Cómo se queda la conciencia después de un acto puro reservado a un obrar tan perfecto?

Así no se puede seguir. ¿Quién manda paga? ¿Seguro? Todo es susceptible de interpretación menos el sentido amor. Y ya me explicaré otro día. Mañana amanecerá y no me dejaré llevar por la provocación.

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