lunes, 27 de junio de 2016

Peripatético.

Un domingo 26J en el calendario, después de los partidos de fúrtbol correspondientes a los octavos de final, España decidió su futuro. Al fin acabó la semana más triste de mi historia reciente. Y comienza la semana de las parodias de pactos para formar gobierno. Considero que es posible ir a mucho peor.

Me gustaría que una dama de buen ver fuera capaz de analizar con acierto la semana más triste y que fuera mi consuelo. La semana pasada en gestión de asuntos de amor y algún descuido acabó mal. Se lo pregunté a la María y no me supo explicar. Y sigo sin musa que me inspire. Es un acoso con derribo. Si un poeta se explicara: "¿Qué lloras? Lo comprendo. Todo concluido está. Pero no quiero verte, alma mía, llorar. Nuestro amor, siempre, siempre... Nuestras bodas... jamás". Rubén Darío en Abrojos XIII.

A la psiquiatra preferida de una amiga de allende los mares, le preguntaría: -¿Señora doctora, le parece normal la triste semana que viví? Semanas así no las quiero ni para escribir con seudónimo. (El mejor secreto de amor es el que no se comparte). Ayer, antes del vermú en misa de doce, el cura sin nombrar Evangelio ni evangelista dijo: "rechazar a Jesús el Cristo es asunto de fanáticos que consideran que su causa tiene que triunfar mediante la eliminación de los opositores...". Actitud intolerante. Hoy, después de saber los resultados electorales de ayer, volveremos a empezar. Aunque ya no será mi problema. Mi problema fue votar con la cara de los entierros que tenía elegida para la ocasión. Políticos necesitados de otros resultados mejores no conciben que sus actitudes intolerantes son negaciones democráticas. Esta semana, y las siguientes, serán complicadas semanas para los negociadores que llegarán sí o sí a acuerdos de gobierno, a pesar de que esos negociadores no son ni de lejos los que mandan. Los que mandan tiran la piedra y esconden la mano, son los que deciden cuándo tirar la toalla para no salir con los que han ganado las elecciones en la fotografía. Sin embargo, hoy es lunes y no sábado, y veremos esa fotografía. Lo dijo Rajoy: "después de Rajoy, Mariano Rajoy".

Políticos fanáticos nos llevaron a otras elecciones con los mismos candidatos y programas parecidos. Retórica retorcida para mantenerse en el sillón y sostener el engaño con burla. Votar en verano como en invierno para quedar parecido es un mismo fraude. Una gran decepción con 150 millones de Euros menos en el Erario.

Peripatético, en las enseñanzas filosóficas de Aristóteles, aunque suene extravagante, no era más que prostitución callejera. Hablo de política y no de amor. De amor hablaremos mañana, si la María quiere.

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