jueves, 9 de junio de 2016

El que escribe.

Por mi depresión, por una mente de dos, porque alguien me devuelva a mí, el que fui. El que quise ser y no fui. El que escribe.

No sé quién es qué o quién es quién. Por decir ni yo sé quién soy. Admito que no sé y si no sé no sé. Si un sentimiento vive conmigo se encarna en mí y soy yo de igual manera. No corren vientos favorables para una mente (una de dos) intoxicada de la irrealidad que habita en mí. Me estoy yendo.

No solo los políticos están en campaña electoral, también los ricos y los poderosos, y los que trabajan y no les alcanza, y los que no trabajan y pasan hambre. La estrechez se ha adueñado de una realidad que espanta y al menos yo, no sé qué hacer. Me obnubilan los hechos y me desbarato. Y luego pasa lo que pasa... Yo culpable, pero más la clase dirigente que no nos trata con el mismo rasero. Solo somos iguales con el voto entre las manos. Y dale y dale y dale a la rueda que rueda. ¡Basta ya!.

He vivido otros tiempos y comparto experiencias con menos gentes al paso del tiempo. Los buenos, si son amigos, siempre se van los primeros. Y sí, ya se fueron todos. No sé quién soy ni si seré capaz de continuar el camino descubriendo amaneceres nuevos. No extraño el pasado, solo las buenas gentes que me quisieron y quiero. La muerte o que algunas hayan cambiado de acera sus caderas no evitará que las deje de querer. No niego, como el oculista niega, esperar algo bueno de la gente, cada persona tiene derecho a ser como es a partir de sus actos volitivos tantas veces vomitivos. (Algo sí). Si alguien espera de mí un sentimiento lo encontrará, el carácter del propio sentimiento no depende de mí. Mi yo voluntarioso no se conforma con menos. Me dejo llevar al paso que relleno espacios vacíos y aprendo, porque nunca dejaré de aprender, del polvo del camino o de la hoja parroquial; éxito, fracaso: siempre deseoso de aprender. Y si en un descuido me acompañara una inquietud, amor, dibujaremos juntos el camino y reflexionaremos sobre cómo aprovechar mejor el tiempo... Hablo de alcanzar la satisfacción de lo deseado antes de la cesación del ser. Todas y todos merecemos sentirnos satisfechos en la vida como entes (¿de razón? individuales. Ya me he ido.

Se hace tarde y el sol ya calienta, volveré a caminar por Les Seniaes convencido de que si no soy seré lo que más me interesa como fuente que irradia luz a quien bien me quiere. Porque el amor no solo es pasión, es fantasía, poesía, el no enmendar el propósito (ahora es tarde). Es la armonía que garantiza la supervivencia activa. Se les quiere.

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