miércoles, 3 de febrero de 2016

Gracias por imaginarme.

¿Existe algo más hermoso que alguien te imagine? De mis decires se deduce que soy viejo y algo gruñón. Viejo porque mis años no lo ocultan y gruñón porque se ve de lejos mis andares. También que de cuando en vez me desbarato y me comporto como un bisabuelo y no como un abuelo de hace un año. Digo yo que a más años o más viejo más cerca del cielo.

¿Cómo me imaginaría una persona que en un descuido entra en de soslayo y me lea y vuelva y con el tiempo quizá me pueda llegar a querer sin conocerme si además sabe como sabe que no me río? Solo la María que nunca me abandona e Ian con su inocencia de bebé me hacen reír. Nadie que me conoce sabe que más triste de morir que yo no existe. En el pueblo de Patricia... solo Eugenio me saluda. Ha llegado a mis oídos que no se tiene constancia de una cara más de pocos amigos que la mía. Y, sin embargo, en mi soledad, nadie se imagina cuántas veces me río por no llorar.

Es fácil comprender después de haber vivido que hay cosas que provocan sentimientos tan opuestos como la risa y el llanto. De viejo, estoy en condiciones de asegurar que son consustanciales a las personas. Se les quiere. (A ti más). 

Gracias por imaginarme.

4 comentarios:

  1. Palabra dominguera de hoy: consustanciales. Busquemos en el diccionario.

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  2. La imaginación nunca será suficiente para saber cómo eres. Siempre de los siempre seremos habitantes de un mundo paralelo. Cada uno en un mundo en extremo diferente. Nunca se tocarán.

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  3. Einstein no opinaba igual. Muchas gracias.

    Beso.

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