Esta mano viviente.
Esta mano viviente, ahora tibia y capaz
de agarrar firmemente, si estuviera fría
y en el silencio helado de la tumba,
de tal modo hechizaría tus días y congelaría tus sueños
que desearías tu propio corazón secar de sangre
para que en mis venas roja vida corriera otra vez.
Y tú aquietar tu consciencia -la ves, aquí esta-
la sostengo frente a ti.
John Keats, poeta, falleció el 23 de febrero de 1821.
Interesante...
ResponderEliminarEl amor que siente otro poeta. Siempre santa la poesía. Muchas gracias.
ResponderEliminarSalud.