domingo, 28 de febrero de 2016

Almafuerte.

Pasión.

Tú tienes para mí todo lo bello
que cielo, tierra y corazón abarcan;
la atracción estelar de esas estrellas
que atraen como tus lágrimas;

la sinfonía sacra de los seres,
los vientos, los bosques y las aguas
en el lenguaje mudo de tus ojos
que, mirándome, hablan;

los atrevidos rasgos de las cumbres
que la celeste inmensidad asaltan
en las gentiles curvas de tu seno...
¡oh, colina sagrada!;

y el desdeñoso arrastre de las olas
sobre los verdes juncos y las algas
en el raudo vagar de tu memoria
por mi vida de paria.

Yo tengo para ti todo lo noble
que cielo, tierra y corazón abarcan;
el calor de los soles, de los soles
que, como yo, te aman.

El gemido profundo de las ondas
que mueren a tus pies sobre la playa,
en el tapiz purpúreo de mi espíritu
abatido a tus plantas.

La castidad celeste de los besos
de tu madre bendita, en la mañana,
en la caricia augusta con que tierna
te circunda mi alma.

Tú tienes para mí todo lo bello;
yo tengo para ti todo lo que ama;
tú, para mí, la luz que resplandece,
yo, para ti, sus llamas.

Almafuerte, poeta, falleció el 28 de febrero de 1917.

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