No digo que siga aquí, no lo puedo confirmar, pero creo que nadie sale completamente de su vida si no es camino del cementerio. Muerto no estoy: lo digo yo, que no soy de mucho decir la verdad, pero me lo acaba de asegurar la vecina; me saludó con la cara más alegre que recuerdo. Barríamos la acera y nos saludamos. Muchas gracias. No quiero que me recuerden esos ojos que me ven pasar de soslayo y apartan la mirada.
Siempre digo que no soy rencoroso y es verdad. Soy tímido, y me encierro en mí. Tengo miedo a que alguien me haga daño. Pero estoy dispuesto a correr ese riesgo. Mis heridas están cerradas y listo el corazón para nuevas experiencias. Es posible, y así lo quiero creer, que un corazón sana si se conecta con otro corazón sano de colesterol o lo que sea.
En el mes de amor, santa la poesía. Sean muy felices.
Interesante...
ResponderEliminarSé feliz. te quiero
ResponderEliminarAy... Beso y besitos.
ResponderEliminarSalud.