domingo, 7 de febrero de 2016

Lo que escribo.

A veces escribo como el Sabina que miente más que canta. A veces me quejo de lo mal que llevamos la solidaridad y la humildad. Escribo de mis cosas que son las de otras personas. A veces escribo de mí, de las voces que oigo en mi cabeza siempre en pos de la controversia moderada que clama racionalidad. Amor y poesía. En realidad escribo cada día porque no sabría en qué emplear mis horas muertas.
  
A veces escribo una realidad preocupante. Experiencias agresivas que van desde es sarcasmo hasta el odio con el fin de herir a personas por motivos religiosos o políticos, y cada vez más socioeconómicos. La realidad socioeconómica cómplice de lo mala vida que nos estamos dando, complaciente e irreflexiva, difamatoria en sus formas. El derecho a la maldad no existe. Existe la libertad de expresión que además es un derecho y acaba donde empiezan los derechos de los demás. Escribo el día que me gusta vivir y soy más o menos eso, lo que escribo, según el día y mi estado ánimo. (No tomes cápsulas para desaparecer alucinaciones como yo. Vivo en ti).

No hay comentarios:

Publicar un comentario