Uno quiere ser libre y no sabe ser neutral. Así no se puede emprender un diálogo integrador, ni poner fin a ninguna trifulca: "¡Cesa la trifulca, el duelo a muerte no puede ser la solución!". La verdad se hace necesaria: no sé por qué ayer se me pasó por la cabeza enterrarla. Debemos tener la verdad como arma y como escudo, respetar la palabra y defender los Derechos. Escucharnos mirándonos a los ojos, alargando los brazos y abrazar el amor humano para dar larga vida a la santa poesía y a los que se les quiere negar su exclusiva existencia con dominaciones crueles. (¿No tienes pensado aprender? La verdad en el fondo si es auténtica... "¡Rompe la soga de la amarga trifulca!"). Sin este vínculo la vida va a resultar imposible vivirla y morar en el mundo. Uno quiere ser libre y tampoco sabe ser justo. La confusión es grande, yo me quedaría con esta fórmula reparadora: "el amor como principio, el orden como base y el compromiso como fin". Debemos obligarnos a confrontar para conciliar imparcialidad de juicio. El humano ser debe configurarse a través del ejercicio de su independencia sabiendo estar en el ejercicio de los humildes, los humildes del montón surgidos, uniendo (pensamiento crítico) y no desuniendo. Gracias.
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