sábado, 22 de marzo de 2025

Dudas razonables.

La complejidad del humano ser, sus reacciones tardías, su mente delirante, obsesiva, y su nivel de resiliencia le convierten en un ser ideado para el mal, ni hablar de su capacidad para odiar, de ser lo peor que uno puede imaginar sin medias tintas; a ser, también, y por el mismo precio, la mirada tierna del bebé, comprometido y con una inquebrantable determinación para el bien con conductas intachables. Todo en uno, con camisa de fuerza a las puertas del manicomio. Nadie con dos dedos de frente ataría cabos con él, y si digo nadie tiene que ser alguien que no sea humano, por tanto, sería un dios cualquiera, eso sí, único y verdadero, no como otros. Cuando somos buenas personas nos hacen daño, y como decía mi padre... "obligáis a un a ser malu". ... y hostia al mono. (Para que no haya malos entendidos, hago constar que el mono era yo, no mi hermano). Por el contrario, cuando somos malas personas, cuando hacer daño nos hace sentir estupendos, guay con nosotros mismos y realizados... Si aún creyera en el humano ser, antes de acabar metido en la tercera guerra mundial como nos advirtió, o tal vez amenazó Donald Trump. Disculpen: ¿Y si Donald Trump estuviera llamado a resolver, ya no las guerras del mundo que, según Elon Musk, las tiene casi resueltas, incluyo el reparto de bienes ucranianos, sino las indecisiones del amor? Gracias.

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