sábado, 24 de febrero de 2018

La ira de un solo dueño. Y uno.

¿Quién entiende las razones que motivan al hombre y la mujer a hacer las mayores estupideces sino el amor? No me vengan a ajustar los tornillos de la cabeza que donde hubo hay. El corazón no atiende a razones de un solo dueño. Y qué lástima que aconseje sin saber de qué va el tema y se atreva a llenar de grillos la cabeza de quien más le quiere.

Tal parece que tengo la parca a mi espalda como posible cesación de mi vida porque el amor de un solo dueño la ha llamado. Qué poco me conocen, pueden esperar sentados. Amores no me sobran pero tengo a miles. A cada uno, y porque son amores con vidas paralelas, los junto en Les Seniaes para ser lo que quieran ser, por lo general dueños de sí mismos y no de un solo dueño. Amores hay que llegaron ligados a promesas rotas, otros a renovar esperanzas, y los que más en busca de la palabra que los desligue del amor sin dejar de amar. El sometimiento que existe en el amor anula la voluntad. Sea como fuere, porque son amores, en Les Seniaes se sienten protegidos y un día volarán como las mariposas libres porque siempre es primavera. La Magdalena me ha confiado la sanación de quien confía en mí. La Magdalena siempre me acompaña y ha querido que mi existencia sea de un mundo con dimensiones que la física no contempla. Magnitudes fundamentales que impiden sentirse culpables. Se trata de sentirse vivos para que la santa poesía sane el dolor de alma. Y eso. A pesar de la ira de un solo dueño que no sabe ni le importa. Gracias. 

2 comentarios:

  1. ¿Quién te hizo enojar? Dímelo pa' romperle su mandarina en gajos. (No te enojes o te pondrás feo).

    Buenas...

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  2. Muy buenos.

    Nadie me enoja, soy buena gente. Además, saben que no estoy solo, que tú estás ahí... Beso.

    Salud.

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