Hay mentiras que nacen por no querer reconocer lo que somos o queremos ser. Hay mentiras que niegan la verdad. Hay mentiras que engañan, que no dicen la verdad. Hay mentiras a la carta. Hay mentiras y mentiras. Nos rendimos ante la mentira porque es menos exigente que la verdad. La mentira es exitosa, hace culto al dinero, a una cuenta de resultados. Mentimos para ocultar la verdad. Vale la frase que utilizó Jesús para impedir que los fariseos apedrearan a una mujer adúltera. (Evangelio: Juan, capítulo 8). "El que esté libre de pecados que lance la primera piedra". Amén.
Esconder la realidad es engañar a la verdad. y no digo que también la dignidad y estar a expensas de lo peor; lo peor que está por llegar, sea lo que sea. Lo peor siempre está por llegar y llega cuando menos se lo espera. ¿Y entonces? Resulta violento ver gente transitar por el camino de la mentira sin esperanza como una mecha retorcida y humeante en medio de preguntas sin respuestas. A veces, una mentira pide a gritos una verdad. A veces, una vida pide a gritos otra vida. Una vida sin enredos, sin disculpas. Una vida que no oscurezca el camino de la verdad. Amor: "Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar". (Antonio Machado). Gracias.
Ciertamente claro ...
ResponderEliminarHola tú, te saludo antes de que olvide que existo.
ResponderEliminar¿Sabes ? encontré otra cosa en común con Enrique además de guapo, Se la pasa diciendo "muchas gracias" Igualito que yo.
Muchas gracias.
Salü con tequila pa terminar de curarme.