Tomando café en la barra del bar, en una mesa cercana a mis oídos, dos señoras discutían acerca del futuro que nos espera. Me hubiera gustado decirles que Rajoy está al caer, pero igual me equivoco, de cualquier manera, me gustan los chismes más que a Ian un caramelo. Sigo: una señora le decía a la otra que venía de la consulta de un psicólogo de "pago" y nada que ver con un psicólogo de "gratis". Es verdad, y lo dicen en mi tierra: "gaitero pagado nunca bien tocó". Hay que joderse. Harto de estupideces, me quedé con el futuro que nos espera y póngame otro café camarero, por favor, y ojalá no necesite ir de penitencia a Les Seniaes. Pero qué triste, ni siquiera hablaban del futuro de Rajoy. La pena es que hay gente esclava del futuro que se niega a disfrutar del presente (aunque sea de "pago"). Probes.
Qué raro, ayer escribí sobre el pasado, presente y futuro y hoy... A mi teclado le entusiasman las humillaciones. Dejar de vivir el presente y pensar exclusivamente en el futuro es comenzar a morir un poco más cada día. ¿O no? Claro, y mirar al horizonte y dejar de mirar al suelo y la piedra y vuelta a tropezar con ella peor si cabe. Hay gente feliz que no se conforma y sale en busca de una felicidad que tal vez no. De viejo sé que tan pronto salga de su ambiente no hay vuelta atrás y la gente que le regaló tanto amor la abandonará. La felicidad es salud y tiene que ver con el amor, pero también con saber aprovechar las oportunidades que se presentan en la vida, dejarlas escapar es cosa de cada cual. Si uno no está de acuerdo con su realidad que intente cambiarla sin olvidar a la gente que le quiere y quiere. Gracias.
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