sábado, 3 de febrero de 2018

Celaje, y uno.

A causa de la enemistad de alguno la credibilidad de una está en peligro. Lamentablemente algunos malos (viene de lejos) tienen poder y a no ser que los buenos le hagan una moción de censura (y va a ser que no). Ay, Dios y María: mi teclado escribe de Rajoy. ¿Pero qué moción de censura? Mi ordenador que me ordena y mi teclado. Si escribe de Rajoy el comenzar no tiene sentido porque él no es su enemigo, su enemigo es el pueblo que siempre pierde. Sé que gobierna porque la mayoría de los votantes lo votaron, pero ya le vale de dar a los ricos lo que quita a los pobres que apenas si les queda una esperanza. Y para más tragedia miente cuando afirmar que jugamos en primera división: si jugamos a algo, lo que sea, es en preferente. Jugar en preferente es como ser cliente preferente de mi compañía de telefonía móvil que por no gastar ni un solo minuto en llamadas al mes me regala una tarifa de minutos ilimitados por seis euros más. Como ese juego tan gracioso de "las preferentes". ¿Si consumo cero minutos para qué carajo quiero minutos ilimitados? Me siento realmente estafado. Y lo peor: ¿Quién es una y su credibilidad puesta en peligro por la enemistad de alguno? Una pregunta lleva a otra: ¿Seré capaz de dimensionar una cuestión de tormento y atajarla y se acabó? "Ni siquiera me mencione la palabra perder. No soporto pensar en ello". (Bobby Fischer). Gracias.

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