domingo, 23 de octubre de 2016

Hoy es domingo.

Hoy es domingo y amaneció tarde: nada nuevo bajo el mismo cielo de ayer, salvo que, si les apetece ir a misa, crean a Dios y no a Felipe González o Mariano Rajoy. "La política crea extraños compañeros de cama". Como la autoría de esta frase no está clara, no hay acuerdo entre unos y otras y se la atribuyen a Henry Kissinger, Groucho Marx, Winston Churchill e Isabel Pantoja, la dejo como anónima. No llevo lo del PP y el PSOE y su trama para gobernar el país. La corrupción SA y la política SL van de la mano. Si los dueños de los partidos políticos siguen en este plan dejaré de leer prensa diaria y leeré revistas del corazón; me dará más juego escribir de Belén Esteban y sus riñas y sus amoríos... ¿Sí? O daré en loco.

Hoy, en la primera de los diarios: "Rajoy admite que si el PSOE se abstiene tendrá que renunciar a parte de su programa electoral". (Ojalá renuncie a los recortes. O a su programa electoral completo y corte y pegue un poco del programa de los otros partidos políticos). Rajoy está convencido que le quedan días (amparamos, Dios mío) para ser investido presidente del gobierno: pues que así sea, el pueblo hablado y buen provecho le haga. El problema será gobernar en minoría, pero antes, va a tener que decidir qué hará con la Rubio Manchego y la Vicepresidenta. Mis informadoras me cuentan que se llevan como el perro y el gato, como el PSOE del no y el PSOE del sí con matices. Igual, y es pensar en voz alta por no callar, debiéramos reiniciar nuestra supuesta inteligencia, o transformarla en procesador de telefonía china de marca blanca, como los móviles chinos de Extremadura. 

Rajoy está contento y a la vez preocupado por la difícil legislatura que se le presenta, mucho gallo para tan pequeño corral de gallinas (con el perdón). Si España tiene futuro, que vayan ustedes a saber, debe pasar por ser una marca blanca de alguna empresa China. Empezando -que mis paisanos valencianos no se tiren al pino-, por naranjas de la china con denominación de origen valencia. Por cierto, hablando de naranjas, a puntito de comenzar la campaña de la naranja en la Comunidad Valenciana, Europa ha ampliado el plazo de importación sin aranceles de cítricos desde Sudáfrica. El coste de producción en Sudáfrica es menor que en España. La naranja valenciana será pues la gran afectada. Hay que joderse. Si al menos nos cambiaran las naranjas por diamantes de Tiffany. La cena -hablo por mí-, la perdono. No se desanimen y sean felices. Gracias... (de nada).

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