Estás muerto.

Tengo una psiquiatra que más parece psicóloga. Cosas raras me mete en la cabeza. Un día antes que empezara la sesión le pregunté: ¿Oiga usted, es psiquiatra o psicóloga? Y se enfadó. Otra que le caen mal las psicólogas, pensé. Por algo será. Será que quiere depositar mi fe en Jesús el Cristo. Creí que una y otra iban de la mano: una te volvía loco de la cabeza y la otra te abarrotaba de pastillitas de colores hasta ser, como somos, los primeros consumidores de antidepresivos del mundo. Es bueno ser los primeros del mundo en algo. Inevitablemente, la vida se burla de las limitaciones que evidenciamos dando la espalda a los errores comprometedores a la vez que nos convierten en verdaderos psicópatas. Reacciones interiores que no controlamos, ni superamos sin ayuda divina, cuanto menos. Qué manera de vivir sufriendo. Estas conductas no debieran sorprendernos, a pesar de todo, y las limitaciones que evidenciamos. Hablando de las limitaciones que evidenciamos, viene al caso: ¿Cómo se te ocurrió culpar a otra de tus limitaciones "negándome" lo que con base en la ley y su justicia es suyo? Luego con la cara de niño bueno le preguntas cómo va. Va. Y por si fuera poco cinismo: "estoy aquí para lo que necesites". Manda güevos. Sacúdete las miserias y anda hasta que la carne solo sea carne y el alma solo sea alma y déjate de simular tanta empatía, porque, sea lo que fuere, pierdes tú. Sí. Después de años queriendo que ganaras, que ganáramos los tres, y que las cosas funcionaran mejor, elegiste perder. (Si ves oscuridad a tu alrededor, no le des vueltas: Estás muerto). Gracias.