domingo, 23 de octubre de 2022

Pide, y saldaré mi deuda.

Hoy, un domingo de ir a misa, atención: Jesús el Cristo llevó a Pedro y otros acompañantes mar adentro, pareciese que no era el día ni la ocasión, porque al mar le faltaba el cielo; qué ocurrencia. Sin embargo, de no ir, Pedro y otros acompañantes acabarían lamentándolo, dado que estaban a punto de vivir una pesca asombrosa (sin lugar a duda otro milagro para creer). Entrar mar adentro les permitió descubrir lecciones de vida de incalculable valor, y empezaron por entender, "que rutina no es constancia", "que confianza no es el fuego que el infortunio extingue mientras tanto, una y uno, amanezcan al nuevo día", "que el agua que desborda el río y acaba arrastrándolo todo... Quién confía en Él no puede ser arrastrado porque atesora la razón de la esperanza". Aún creyendo así así a Jesús el Cristo, Pedro y otros acompañantes, echaron la red y se desbordó. Un domingo de ir a misa y cantar siempre la verdad, Jesús el Cristo, en Juan 21:6b, nos dice: "Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis". (Con nadie contraje un compromiso de tanto amor como contigo. Tanto amor como desamor). Gracias.

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