"Ante una decisión aventurada que debemos tomar, si esperamos a que el orden ordene el desorden, nunca decidiremos".
Una considera que la decisión se debería tomar cuanto antes, y así despejar el horizonte y que el binomio, pasado presente, no entorpezca el futuro, pero una no marca los tiempos. Otra opina que la decisión se tomará cuando se hable con quien se tiene que hablar ("eso, aún no lo hemos hablado"), y entonces ya iremos viendo. Dos saben que la decisión se debe tomar.
Solamente el amor de uno une a dos. (Acepta la victoria, más vale ahora que nunca). Para que no haya dudas y la promesa se cumpla, la decisión se debe tomar ya. Son sabios los que van liberando la pesada carga porque con todo nadie puede. Y la mente no perdona. No es sano consolarse en la desgracia. Sabemos qué dice la ley y a quién se le hace tremendamente complicado esperar. (Decidas lo que decidas, aceptará de mil amores lo que decidas). Dejaros de confiar en el amor de uno.
Y no me llevéis a pensar que el rencor vive unido al amor en el corazón de las dos. Cuando algo muere, algo nace. Gracias.
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