domingo, 14 de noviembre de 2021

Presentimiento.

A propósito de lo que ven mis ojos, tengo la impresión o la ligera sospecha que algo importante va a ocurrir en breve. Y será bueno. Imagino que a los potenciales conspiradores que lavan sus traperías en el lavadero municipal mientras despellejan la buena correspondencia se les acabará la saliva. Son chismes de lavadero que alimentan una esperanza diabólica. Hablo de intercambiar la ignorancia superlativa que alimenta las peores intenciones y la saña por un bienestar salvador. Y la salud mental. En el instante que confiamos nuestro futuro al azar, y no al azahar, perdemos toda esperanza de lograr algún sueño. Juanjo Millás, en un artículo para "El País", escribió: "Lo más difícil de escribir, como lo más difícil de pensar, es alcanzar la velocidad de crucero. En otras palabras: una velocidad constante y uniforme. Tal es el sueño del pensamiento y la escritura: el de una velocidad sin perturbaciones en la que puedas incluso activar el piloto automático como si las ideas y los adjetivos te los estuviera dictando el mismo Dios". ("A de soslayo le dicta la Magdalena y algo bueno va a ocurrir en breve"). Gracias.

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