martes, 9 de noviembre de 2021

Nada.

Ante el empeño de morir matando, he vuelto a leer a Idea Vilariño y tomo prestados unos versos para no olvidar la historia y tener presente de cuáles polvos vienen estos lodos: "Lo que siento por ti es tan difícil. No es de rosas abriéndose en el aire, es de rosas abriéndose en el agua. Lo que siento por ti. Esto que rueda o se quiebra con tantos gestos tuyos, o que con tus palabras trituradas y que luego incorporas en un gesto y me invade en las horas amarillas y me deja una dulce sed doblada. Lo que siento por ti, tan doloroso como pobre luz de las estrellas que llega dolorida y fatigada. Lo que siento por ti, y que sin embargo, anda tanto que a veces no te llega". ¿Acaso no te llega lo que siento por ti? Un día al azahar nos encontraremos y compartiremos café y experiencias, y hablaremos de la familia y los hijos primero, el trabajo, la salud, y lo que vaya saliendo hasta llegar, inexorablemente, a preguntarnos por qué de ser más somos menos, apenas nada. (La memoria, a veces fugaz, lleva las mejores intenciones a la sepultura sin alegrías ni claros de luna llena ante el empeño de morir matando). Gracias.

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