sábado, 27 de noviembre de 2021

La amistad murió.

Mejor tarde que nunca. El mal momento por el que atraviesa la amistad en democracia ... ¿Qué? Pues sí, oiga, en tiempos de la dictadura la amistad era más cercana, se tocaba con la palma de la mano. Ahora la amistad solo está al alcance de los popu­listas con posibilidades de dedicarse a malvivir de la política. Antes, casi todo era malo. Y lo bueno por llegar. Hablo de amistad y también de amor, si en realidad son sentimientos inherentes del corazón. Cosa extraña la amistad en democracia. "Quien tiene un amigo tiene un tesoro", es un decir sabio de antes. Tiempos de hambre de pan y justicia. La amistad ahora no es de hambre de pan porque existe la familia, pero lo es de justicia. Un amigo un hijo, un padre, un güelu y etcétera. Para que no quede un ápice de dudas, si digo amigo digo amiga. Precisamente ayer hace un siglo que murió la amistad. Y no son tiempos de provocar una revolución por la amistad. La familia, y los hijos primero. Lo que siempre amamos. A todas luces ya no cabe otra. La amistad murió y que Dios se lo pague y paz a los restos y amén. (De aque­llos polvos estos lo­dos). Gracias.

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