Una cosa es segura, y lo es porque lo dijo Voltaire, no yo: "Nuestro peor enemigo es el aburrimiento". La María sabe que yo nunca me aburro, antes porque no me dejaban y ahora porque no me dejo yo. Escribir es una gracia. Y leer lo que escribo al correr los días... Ay, qué cosas se me ocurren... O se le ocurren a mi ordenador que me ordena. Probe. Y sigo: Ayer anduve atarantado porque iba a Valencia a pasar el día con Kristel y Diego y no, vienen ellos, pero otro día. Claro. Otro día fue ayer: "Día Internacional de la Visibilidad Transgénero". Vaya enemigo el aburrimiento y peor ser normal. Ser o no ser. Ser normal. ¿Y qué ser normal? Hay que joderse. Si hablamos de días internacionales a favor o contra, hablamos de discriminaciones y desigualdades y violencias y abusos y etcétera. ¡Qué días!. Un día en la vida de un tipo normal como yo es un milagro hasta que lo vacunen. Una vacuna y una edad. Y las hojas de una margarita. Me quiere... No me quiere. Disculpen, ¿alguien sabe cuándo me van a vacunar? Cómo se llame la vacuna y qué farmacéutica sin ánimo de lucro la fabrique no importa. Gracias.
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