La noche me desveló y esperé a Ian al salir de casa para ir a la escuela y le pedí perdón y gracias, mi amor, por permitirme quererte tanto. Bien, hoy estoy de acuerdo conmigo mismo, pero solo hoy, y ahora, que los trepas y babosos me repugnan.
Vuelvo a la Palabra que la imagen de por sí es dada al olvido a través del tiempo. Con los años yo también perdí la vista y la memoria: ni recuerdo qué fue de la sonrisa alegre del bebé y la inocencia. La realidad que veo no es la que ven mis ojos, la verdad. Yo veo lo que quiero ver. Y lo que quiero ver es la Palabra que se siembra y echa raíces en Les Seniaes. ¿Alguien discutiría ante un tribunal de justicia que tiene el mismo valor una imagen que la Palabra? ¿Proyecta una imagen el mismo sentimiento que la palabra? Oiga, vengo en son de paz... Palabra. La Palabra supera a todas las imágenes. "... y derrotada la imagen (representación abstracta, fraude sin mudanza, terquedad y dale) por el verbo en el fragor de la batalla". Mi eterno agradecimiento a la Palabra. Y punto. (Sin la Palabra que todo lo interpreta en la conciencia, la imagen ni existiría). Gracias.
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