"La primera y la más simple emoción que descubrimos en la mente humana es la curiosidad". (Edmund Burke).
Lo tengo escrito: hay personas absurdas que no tienen ni tan siquiera curiosidad. Lo que no sabía era que la curiosidad es una emoción. Creía que era pocas ganas, no querer aprender, importar un carajo todo, otro vendrá que bueno me hará, o el último que cierra la puerta al salir si aún hay puerta, además de un alma en pena acompañada de un trastorno somático que en tiempos de pandemia apunta a depresión. (Tengo pruebas, y a ellas me remito). Vas por la calle y al doblar la esquina de unos ojos su mirada decidora te pide que la libres de la angustia que la está matando... (Joder, dona, qué puedo hacer para que no sufra? Tal vez los dos llegaron hasta el ridículo por hacer prevalecer su verdad como única e indiscutible y ahora que parece que la cosa se arreglará sola porque lo que viene de arriba no se discute, se acata y punto. Malgastaron su talento y energía. Y pensar que juntos llevaban todas las de ganar... (Vanidad de vanidades, orgullo, ya lo nuestro se jodió). Gracias.
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