miércoles, 10 de febrero de 2021

Tus caricias aún anidan en mí.

"Declino la invitación a pasear por la piel de tu memoria. Con lo que veo basta para saber que no eres de mi incumbencia. Total, para morir nacimos. Si no me crees pregunta al primero que te salude en las sombras del amanecer". (Flor de María).

Tal vez hayas decidido seguir porque el atajo es conocido y fácil de andar. Eres tu propio camino y estás llegando a tu fin. Y esas muecas confirman que temes lo peor. Soy buen rastreador y dejas pisadas profundas y no sería difícil que tú misma te delataras. Vivimos tiempos de pandemia y has puesto en evidencia demasiadas carencias, también deberes morales. Eres una entelequia y sin querer -supongo-, me has regalado... Claro, la cultura provoca emociones. Sigue tu plan y conquista lo inconquistable y alcanza lo inalcanzable. Cuando lo peor acabe no olvides que tengo mil besos para ti en mi relicario. Ojalá y tus labios también lo deseen. Espero y deseo que tus antiguas maneras de ser y hacer vuelvan a ti colmadas de ilusiones. (Tu porte de dama de la poesía siempre me inspiró... Tú, mi locura... Y más locura. Tus caricias aún anidan en mí). Gracias.

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