¿Está la felicidad al alcance de cualquiera? La felicidad me citó con una amiga para volver y conversar y tomar café pero la amiga no vino. ¿Ahora con quién comparto una puesta de sol y respiro la fragancia de azahar en Les Seniaes? ¿Con quién hablo de amor y de una estrategia? Dicen que se enredó con palabras desgastadas en una red social. La felicidad es leal y da la mano aún cuando le somos infieles. Es leal y nos recibe con los brazos abiertos cuando la tristeza nos agarra el alma. La felicidad es solidaridad. La esperanza a las puertas de la desesperación. La felicidad es la estrategia de Iván Redondo y un botón nuclear. La creación literaria que atiza la modorra de los más distraídos. Nadie que se aprecie saldría de casa con palabras desgastadas en las redes sociales. Y la mejor sonrisa. Y cambiar de acera. Por cambiar de acera y una estrategia. La mejor estrategia es la disculpa sin contrastar, la táctica, el orden, el no tomar riesgos. O equivocarse sin consecuencias. La felicidad sin estrategia es como la amiga que no vino. Busquemos la felicidad fuera de nosotros. (Mañana sigo). Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario