lunes, 16 de noviembre de 2020

La paciencia tiene fecha de caducidad.

Busco en mi escritorio una página en blanco donde poder escribir un día feliz y no queda. Como el amor cuando no queda. De un tiempo a esta parte la poesía no se explica y sin poesía soy nada y una página en blanco. ¿Merece la pena escribir? Corren tiempos de desapego y desamor. En los años altos podía hacerme el haraquiri como alternativa de vida digna... No quiero morir sin haber vivido ni vivir sin poder abrazar a quien me quiere. De la ciencia quiero la vacuna contra la covid-19 y del amor abrazar a quien me quiere y quiero. "Te quiero güelu". Un güelu con las manos vacías quiere llenarlas de caricias. Las cosas en tiempo de pandemia van demasiado lentas. La paciencia tiene fecha de caducidad. La paciencia depende de un calendario de acciones. Y el tiempo apremia. El tiempo apremia y aprieta. Duele ver a gente dependiendo del prozac... Y duele a estas alturas de la democracia volver a tiempos autoritarios. En otros tiempos nos defendíamos con coraje político del autoritarismo fascista. Hoy en día el autoritarismo es una ETT. Un negocio establecido en algunas instituciones. Gracias.

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