domingo, 22 de noviembre de 2020

El espíritu del mal.

Uno no espera que las cosas sean como son, ni si siquiera cómo las ven los demás. Y no desespera porque está curado de espantos. Y dejó de ser pasional para ser emocional. A uno no le importa lo que piensen los demás. (Quien vive sin amor ya murió). La vida enseña que hacemos cosas imperdonables como dejar de amar. La vida enseña y no aprendemos. (El poder sin autoridad es nada). Y si aprendemos corrieron los años y se hizo demasiado tarde y no importamos a nadie. Pero como el dicho popular "el que hizo la ley hizo la trampa" y para curarnos en salud otro dicho nos asegura que "nunca es tarde si la dicha es buena". Los dichos, como el amor, son invento humano y, "el que no se conforma es porque no quiere". En fin, que la cante el Sabina: "Dueña de un corazón tan cinco estrellas que, hasta el hijo de un Dios una vez que la vio se fue con ella. Si estás más solo que la luna déjate convencer brindando a mi salud con una que yo me sé". Un hijo no tuvo hijos y un Dios no tuvo nietos. Dicen que Dios tuvo hijos y uno le salió más malo que Satanás. El príncipe de los ángeles rebelado. Gracias.

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