Y mi mente absurda empeñada en que me fíe de quien no se fía ni el de la botiga. Mi mente absurda y yo nos llevamos mal. En defensa de mi mente absurda he de decir que yo no me llevo bien ni conmigo mismo. Ay, como aquel político valenciano cuando dijo que no se fiaba ni de sí mismo. No sigo su carrera política, pero creo que aún sigue en la cárcel... Tenía razón y más caras que nombres: Eduardo Andrés Julio, más conocido por Eduardo Zaplana. Lo de los políticos es una gracia, fiarse no, pero son una gracia. Por cierto, ya sé cómo se llama ese señor que le cae mal a Pablo Casado, se llama (Santi para los amigos) Santiago Abascal. Se lo oí decir a Pablo Echenique. Echenique tiene más gracia en silla de ruedas (y a vueltas con la discapacidad. ¡Váyanse ya al carajo las barreras arquitectónicas!. Ni en el Congreso de los Diputados hay accesos para minusválidos. Pablo Echenique portavoz de Podemos en una esquina como un perro callejero. Manda güevos) que Abascal clavando su mirada en el suelo. "Señor Abascal: Estaba quitándome la mascarilla porque solo no me la puedo quitar pero no tenga duda de que no me había ido a ningún sitio. Yo a los matones les sostengo la mirada". ¿Gracia o amenaza? Gracias.
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