lunes, 25 de febrero de 2019

Réquiem para un fracaso.

Paso una racha escasa de inspiración. No es la primera ni será la última porque sí, seguiré escribiendo aunque sea la lista de la compra. Escribir el día que me gusta vivir desde mi impagable soledad intentando no mancar la palabra. Escribir para aprender y conocerme mejor. Podría escribir la verdad irrefutable que aparece en los diarios pero no me interesa. Cataluña o Cataluña, como dice el diputado de Compromís. Los políticos aburren a las piedras. Y las malquerencias son peor que un dolor de muelas. (Lamento decir que escribo para ustedes). Hum, escribo y presiento que mi ordenador que me ordena me juega otra mala pasada. Pareciese que sentimientos de un corazón herido me llaman a la puerta... Sí, es un corazón herido. Pero asuntos inaplazables me impiden estar disponible para un corazón herido ¿? o la falta de inspiración tal vez. Será eso.

Creo que tendré que hablar con Flor de María para que me dé la dirección de su vecino el asesino en serie y ponerme a sus órdenes y alcanzar por la fuerza si fuera menester la meta tan soñada por mí: amar y ser amado. Es más fácil soñar que ser feliz... O soñar que eres feliz. (Por ser ininteligible de palabra estoy destinado al fracaso, pero eso tú ya lo sabías). Gracias.

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