Siempre viví aquí y allí, y también en otros sitos. Siempre hice caso al poeta y soy de esos caminantes que hacen camino al andar. Nunca, y si digo nunca es nunca, llegué el último, ni el primero, ni me duró la ofensa de nadie donde tiene que llegar para dañarme sentimientos del corazón. Y nadie es nadie. Con el ensueño del invierno no me llevo bien: con nadie me llevo bien. Y nadie es nadie. Sin embargo, a veces lamento no tener una amiga aquí y allí, o una fiable amistad, inteligente, activa en ejemplos, visionaria, idealista, fraternal, inflexible, militante socialista de honor y convicción. Solidaridad. Digo socialista y no sociolisto y callarse como gran virtud ¿? Nadie, y nadie es nadie, tan desalmado como un socialisto empresario amigo de Rajoy. Nada tan vergonzoso. (La hemeroteca es un invento diabólico). Obras serán amores. Disculpen la nostalgia. Gracias.
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