Lo difícil.

Lo difícil.

Lo difícil es vivir con el cuerpo al intemperie

entre clandestinas caricias,

murmullos al oído,

besos que obligan a seguir besando

y después encontrar el camino de vuelta.

Lo difícil es decidirse,

izar las velas y adentrarse mar adentro

en busca del amor tibio que vela los sueños.

Lo difícil es saber si estoy emigrando a otra piel y otros ojos y la mirada triste clavada en el suelo con los párpados siempre alerta y dispuestos a correr en su ayuda cuando el intemperie sin techo y sin ambages se acerca.
Lo difícil es arrancar de la memoria su cara emparedada con sus manos y su risa temerosa y su mirada de soslayo.
Lo difícil es aceptar que moriré sin tener algo contigo.